SUICIDIO ADOLESCENTE: SEÑALES DE ALERTA

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En la actualidad, el suicidio de adolescentes ocupa el segundo lugar de las muertes, después de los accidentes de tránsito y antes de los homicidios. Según la mayoría de las estadísticas, desconocer o ignorar los avisos que aparecen y que preceden al intento o concreción del suicidio hace que el riesgo sea mucho mayor.

Factores a tener en cuenta:

  1. Los factores de riesgo familiar y ambiental. Familias conflictivas, desorganizadas o desestructuradas, familias en donde el trato habitual entre sus miembros incluya la violencia verbal o física, donde no existe flexibilidad como para escuchar a los otros miembros del grupo, en especial a los hijos, donde los límites se ponen en forma autoritaria y sin poder o querer explicar las razones con el típico “porque lo digo yo y basta”. La falta de empatía o la dificultad para expresar afecto ante cualquier conducta, no generar un ámbito donde se los escuche y comprenda aunque después se disienta con las opiniones. Los castigos como métodos preferidos de educación.
  2. Las características personales de cada adolescente que van desde actitudes agresivas a sensación de autoestima baja y frustración constante, sin poder evaluar lo positivo y que las situaciones más simples le generan angustia al pensar que no saben o no podrán superarlas en forma perfecta.
  3. Sentirse agredido o rechazado por todos, incluso por sus pares o amigos.
  4. Presentar ambivalencia de actitudes que van desde la violencia al sometimiento.
  5. Tener la sensación de que nada lo distrae ni lo atrae (frecuente en áreas alejadas por ejemplo en la Provincia de Santa Cruz).
  6. Quejas reiteradas sobre situaciones físicas molestas.
  7. Desinterés por su higiene personal y cambios en su vestimenta que a veces son bizarros.
  8. Disminución franca de su rendimiento escolar.

También es importante saber que aproximadamente el 70% de los adolescentes que se suicidan, padecen de alguna patología psiquiátrica. El resto puede hacerlo por impulsividad frente a algún hecho desencadenante (divorcio, mudanza, malas notas, retos agresivos con prohibiciones y/o sanciones, etc.)  O  el acto  es planificado con rigurosidad, y ahí es donde los jóvenes averiguan e indagan sobre los diferentes métodos de suicidio (en internet, comentarios, preguntas).

El suicidio es más frecuente en aquellos adolescentes que consumen alcohol o drogas habitualmente, o se fugan de su hogar, o han hecho intentos previos. Con respecto a las modalidades, las formas más usuales son cortes: 25%, fármacos: 20%, armas de fuego: 15% y ahorcamiento: 14%.

El  intento de suicidio es una expresión extrema del sufrimiento humano. El error más frecuente es el de minimizar el riesgo de que suceda y atribuirle al adolescente el deseo de manipular las situaciones intentando conseguir un beneficio secundario a la amenaza.

De cada 10 adolescentes que se suicidan, de 5 a 8 han dado algún aviso previo, y que 2 a 3 lo hacen por impulsividad relacionada con algún hecho desencadenante.

Según la OMS, es posible prevenir no todos los suicidios,  pero sí la mayoría, ya que gran parte de los suicidas dan avisos de sus intenciones. Esa es la primera señal para solicitar ayuda.


CIFRAS LAMENTABLES

El suicidio es la segunda causa de muerte traumática en la Argentina.

La mitad de los casos están asociados al alcoholismo.

Los grupos etarios más afectados son los adolescentes de 12 a 25 años.

Un ejemplo estremecedor: Según datos de la Asociación para Políticas Públicas incluidos en el trabajo titulado «El problema del suicidio en Argentina 1997-2008. Casos de niños y adolescentes en las provincias del Noroeste», entre 1997 y 2008 se produjeron 34.193 suicidios.


Dr. Julio Cukier – Director Médico de ADOS. Atención Integral de la Salud del Adolescente.

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